La esquina donde se cruzan las Avenidas Grecia y José Pedro Alesandri, más conocida como Macul, se ha caracterizado durante años por hacer confluir flujos de estudiantes provenientes de tres universidades circundantes. Numerosos jóvenes cruzan diariamente estas calles para dirigirse a la UTEM, la UMCE o la Universidad de Chile.
Esta última es mi destino de cada mañana. Tal como tantos otros, hace cuatro años que el mencionado sector se ha convertido en parte de mi paisaje común, un eje concéntrico que une, casi de manera equidistante, mi casa con la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile. Por estas calles he visto innumerables protestas estudiantiles, disfruntado sin culpa de una hamburguesa de Mc Donalds y comprado el pan en el supermercado Santa Isabel.
Sin embargo, esta vista habitual esta ad portas de cambiar irremediablemente. En una suerte de movimiento estratégico, el año pasado Cencosud instaló Santa Isabel en los terrenos que antes ocupaba el supermercado Montecarlo (esquina sur-oriente), clausurando las instalaciones originales, contiguas a la UTEM. Todo esto, con el fin de llevar a cabo el proyecto de construcción de un centro comercial, el futuro Portal de Ñuñoa.
Hoy he tenido que incorporar a mi paisaje la entrada y salida de camiones, además del constante polvo en suspensión. Claro que el cambio más impactante es aquel que vendrá en el futuro, cuando una gigante construcción se levante en los terrenos de Grecia con Macul.
De todas formas, y afortunadamente, este tema también ha tocado a los vecinos organizados a través de la Red Ciudadana por Ñuñoa, quienes han investigado los permisos de edificación, descubriendo una serie de irregularidades. Estas anomalías ya han sido denunciadas a la contraloría, organismo que ha ordenado la paralización de las obras, entregándonos a los vecinos un respiro.