lunes, 24 de septiembre de 2007

Desde un Punto de mi Ciudad

En el corazón de la ciudad de Santiago, se encuentra Ñuñoa. Una de las comunas más antiguas de la capital. Sus calles están colmadas de historias, como la que alguna vez escuche relatar a José Miguel Varas (Premio Nacional de Literatura 2006), quien contaba los recuerdos melancólicos de aquellos paseos a Los Jardines de Ñuñoa, que realizaba durante su niñez.

Hoy con una arquitectura distinta, y para muchos hostil, Ñuñoa carga con los recuerdos de un Estadio Nacional afligido y de una bohemia Plaza Nuñoa. Sin embargo, continua siendo acogedora, tranquila y humana, conservando la apariencia con la que me recibió hace nueve años, cuando volví a Santiago y a la comuna natal de mis padres.

Desde este punto en el mapa metropolitano, he aprendido a mirar lo que pasa a mí alrededor. La ciudad y sus ritmos, los ciudadanos y sus quehaceres.

Si bien hace cuatro años desde mi balcón podía ver la Virgen del cerro San Cristóbal y las luces del Estadio Nacional, las nuevas estructuras del desarrollo urbano no impiden que siga observando mi ciudad. Y que través de las posibilidades que entregan la blogosfera y aquello que llaman periodismo ciudadano, exponga mi visión sobre diversos asuntos sociales que emergen desde el cemento que cubre esta ciudad.
Camila Paz Echeñique G.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu conflicto es el de muchos nostalgicos, pero la vida cambia y hoy dia los parametros son otros. Las muni estan mas ocupadas en como generar ingresos, sin tener en cuenta la calidad de vida de las personas, al menos el de Ñuñoa